amigos del alma


Algún día de dos mil ocho

-Jorge, ¿qué me decís de Luis?
-¿Sobre Luis? Uhh, qué querés que te diga... Estoy apurado, otro día.
-Un par de palabras Jorge, sobre tu amigo Luis, cortitas.
-Y bueno, bien Luis. Como todos, no sé. Es un viejo amigo. Trabajamos hace mucho tiempo, juntos...

Luis Verdura (mil novecientos cincuenta y nueve – dos mil ocho)

Al otro día de aquel algún día

-Jorge, ¿qué me decís de lo de Luis? Dos palabras, sólo dos.
-¿Unas palabras? ¿Sólo unas palabras me pedís de Luisito? Te puedo hablar hasta mañana de este tonto que nos dejó. Pero ahora no. Dejame solo, por Dios te pido. No puedo más. Después hablamos.
-¿Cuándo?
-Ahora. Luis era un fenómeno. Nos dejó como queríamos que lo hiciese. Le erró al momento, pero a la forma le acertó. Una persona excepcional. Laburamos juntos hace una bocha, tantos recuerdos,
Recuerdo cuando tuve mi segundo programa de entrevistas, que me pedía todo el tiempo desde su programa, quería que trabajase con él, entonces me pedía todo el tiempo, me pedía al aire y me pidió con mi director de mi radio, al maestro eslavo también le pidió por mí.
Yo tengo mucho para dar. Soy de pedirme.
Pero yo siempre le decía lo mismo, dejate de joder enano hijo de puta hay gente mucho más interesante que yo para entrevistar, y un día fui. Fue el programa más visto del programa que conducía Luis, quizás luego de su actuación cuando al lado mío, lo mejor que hizo jamás.
En ese programa estaba yo. No sabés la alegría que me dio. Y cómo la pasamos. Cómo nos divertimos. Es que Luisito era así. Te hacía reír todo el tiempo. No paraba. Nunca lo ibas a ver mal. Siempre con una sonrisa a flor de piel.
Recuerdo también, creo que fue ayer, que se olvidó el almuerzo en el freezer y me mangueó, porque también se había olvidado de la billetera. Ahora que me doy cuenta, me dejó adentro. Es que la vida es así, loco. Cuando menos lo esperás pasan estas cosas espantosas y quedás endeudado.
Un grande, Luis. Aunque fuese un enano, ¿no? Eso lo hacía más grande, sin duda. Y cómo se reía. Con cuánta energía, con qué vitalidad. Lástima que ya...
-Jorge, ayer cuando te pregunté por Luis, ¿no podías adelantarme algo de esto?
-No me hagas acordar de ayer cuate. Ayer Luis estaba acá, con nosotros hermano.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Este bolg ya no es lo que era. Ahora me doy cuenta que no era; quiso ser. No le dió el tirón. Esto ya no es ni por asomo lo que simuló ser; que no lo fue. Ni lo será. Este blog es, ahora, una mierda.

Guinzburg

Anónimo dijo...

jorgito, suerte que ahora, de más allá o más acá (no sé, donde sea que estés)te diste cuenta de la bosta que es esto. lo del estirón es tal cual.
nada que ver con lo tuyo

Blondiepower dijo...

Como dijo el corto Buscaglia: Que buen sponsor la muerte!!