velocista

Fue un gran corredor. De seguros.
Devino en un desafamado contador. De chistes.
Cortos.

el varón de monte es quien

Como todos los días temprano en la mañana, salgo afeitado hacia la parada de ómnibus más próximo a mi casa y llegando a la esquina veo flor de chango, pintosaldania y me desnuco, como todos los días cuando el sol me da de lleno en la cara, me resueno el cuello para quedar bien desperezado.
Subo al colectivo. Frota sus pieles un colectivo de gente (las viejas con tapado). Más al fondo los del fondo están casi en el medio y otro no se corre bien al fondo. A la altura del guarda quedamos aglutinados, la moneda golpea el caño frío y la gelata de bondi lleno hasta las bolas ya te penetró. En gran esfuerzo abro la ventana para que corra el aire viciado de todos los días como el de hoy.
Anahí está detrás de mí. Lo sé porque sé de ese perfume, espeso que me provoca un nauseabundo placer cuando lo inhalo. Nunca la tuve tan cerca. Jamás había estado tan cerca de lo bien terracún. Doy media vuelta y me consagro. No pienso más.
Hay cosas más importantes: la vieja destapada que tengo delante empezó a organizar sus bártulos, así que unas cuatro paradas, como todos los días tengo asiento seguro. Anita vuelve después del siguiente párrafo.
El ómnibus pasa por la misma iglesia, hace el mismo recorrido, leo el mismo graffiti. La oligofrénica que se sienta de frente a la ventana y a la siniestra de 150, cada vez que se acuerda se persigna. Y cada vez que 150 no agita sus muletas mostrando inconformismo con las palabras del guarda, que dice que su carné está vencido. Esto interfiere en la visión de la impuntual mental y se olvida. Nietzsche entregá el súper hombre y como todos los días me deslumbro viendo Nietzsche bien escrito y súper con tilde.
La vieja se baja. Como todos los días cuando me toca asiento pasillo me pongo a mirar por el pasillo. Con la vista periférica hago foco y distingo una pulposa san jacinto, producto del descuido y del jean a la altura del ombligo.
Es Anahí. Hubiese distinguido ese corte labial a metros. Cuando se dio cuenta que yo me había sentado, giró como todos los días evidenciando una clara intención de apoyarme ese monte de venus pecaminoso.
Falta una parada. Me incorporo para bajarme. Tengo enfrente a Anahí, de frente, frente con frente frente a frente. Bajo la mirada y emprendo la cobarde retirada, desprovisto ya de frases subliminales. Cuando parecía que asomaba otra humillante derrota (otra y otra), tiro un viaje que emula al mejor de los de Blas Armando.
-¿Sigue allá el monte de Anahí?- Toco el timbre para descender. Anahí me contesta, con tono elevado y falsa rima. La patada llegó a destino.
-Sigue ahí sí, en Sinaí.
-1035.
-No,1032. Me mudé para enfrente.
En la vereda estoy con dicha. Miro hacia el ómnibus por arriba del hombro buscando la mirada de bicha de Anahí. Encuéntrome con su muñeca, ataviada con una pulsera y un reloj-pulsera, dispuesta a arrojar un papel por la ventana. Nunca la tuve tan cerca.
Abandono el cuello torcido y giro. De culo, la misiva no cae en un charco y puedo leerla, sin problemas, como todos los días, con lentes.
NO VENGAS SOS UN FLACUCHO YO ME VISTE. Entrando al laburo no entiendo la excusa.
Justamente yo que como todos los días.

el sabor que deja el comentario, parte II

Me veo en la obligación de hacer algunas reseñas sobre el comentario que en No tengo ropa quedó encajado. Bien lejos me siento del Pelado Cordera, máximo exponente de la demagogia más chovinista. Prometí comentar sobre los comentarios que creyera oportuno comentar y he aquí la segunda entrega de El sabor que deja el comentario.
Si esto fue la primera reseña, acá se va la segunda: Mariana, a.k.a. mi hermana, al igual que la adorable muchacha de Trenque Lauquen, entendió de qué iba. No crean que por tratarse de comentarios extensos merecen este sitio de privilegio. Es su contenido, por inesperado, por polémico, por removedor, por escatológico quien finalmente inclina la balanza. Es evidente que el comentario se ubicó muy arriba en la Escala de Expectativas y por eso aquí la devolución. Debo confesar que uds. (comentarios) pueden lograr algo impensado cuando esto se gestó, si sólo se lo propusiesen: la razón de ser de este espacio. El camino recorrido por las citadas féminas puede allanar idems si queridos lectores, de ideas escaseasen.
Desechando cualquier atisbo de adhesión a la cronología, comenzaré diciendo que Mariana no respetó ciertos códigos. No será atractivo para el lector que no recibió ningún mail, que no entiende de cuestiones personales (o sea cualquier visitador hispanoparlante) notar contestaciones, con aires de reproche, sobre temas que desconocerá, por no haber sido publicados en la victimización, sitio austero si los hay. Mi deseo es atraer un sinnúmero de visitadores, que quieran dejar algo dicho, que lean sus comentarios cuando esto, y en lo posible que no desistan luego. De más está decir que jamás me retractaré; esto va para todos los destinatarios de mi mail.
En cuanto a la relación nombre del blog - dirección del blog, me viene bien para explicarle a toda la gente que me ha parado en la calle por lo mismo, manifestándome ideas suicidas en caso que no logren dilucidar la cuestión. Es muy sencillo, ¿o acaso alguien se sorprendería si mi casa, que ubicada en la calle X se llamase Y? No, nadie. Bueno, esto es igual. Mi casa se llama la victimización y queda en nuncalapunta. La relación nombre/dirección del blog: ninguna. ¿Por qué habría de tenerla?
Otra historia sería los por qué de la victimización y nuncalapunta; creo haber escrito al respecto en este mismo espacio. Sería un error flagrante el de Mariana no haber leído todos los posts antes de osar hacer algún tipo de comentario. Creo que no. Simplemente los invita a reflexionar, demostrando una actitud solidaria y mezquina a la vez; no cuesta un mango invitar a reflexionar.
Explicaré el concepto de victimización un poco mejor; tal vez sea vaga la reseña en la cabecera. Un triplero ignito es un especialista en esa modalidad (triples, hablamos de basketball), que está encendido, on fire, ignito. No tiene piedad con su cancerbero, y digo suyo porque a él le han asignado su marca (típica característica del baloncesto norteamericano). Lo ataca, una y otra vez, su muñeca está calienta, encendida, ignita, nunca erra. Es tal el vejamen que le propina que el entrenador retira de la cancha al cancerbero, sometiéndolo al vergonzoso vituperio. El cancerbero queda mal; en el banco no tiene consuelo. Ha sido victimizado por el triplero, que está en su noche.
Pero bien dice la cabecera que este sitio no te hace bien ni te hace mal, sólo te deja distinto. Le pasó a Mariana; lo deja bien claro en su comentario. Y quizás esa sea la voluntad ulterior de este espacio (si alguna vez tuvo una), nunca imaginada por mí.
Mi admiración por Ernesto Jeréz (relator, entre otras disciplinas, del basketball de la NBA en la cadena ESPN) hizo que tomara de su ingenio el concepto de victimización y lo usara para denominar mi casa (vale decir que nada mejor se me ocurrió en el momento). Es el mismo fenómeno de haló, a distancia el gatillo, y levantó las manos; de costa a costa; desde Saturno; el ponti; estuvo el alley, faltó el up, y algunas más que ahora se me escapan. La última que le escuché hace referencia a cuando un jugador, disconforme con el fallo del juez (casi siempre Dick Vabetta) le entra a hablar y hablar y hablar hasta que se come un merecido técnico... acaba de aplicarle un jarabe mandibular al juez. Brillante, Ernesto.

no tengo ropa

Dos joggings heredados. Uno de mi primo porque le quedaba chico y el otro de un tío mío, que como dice en su testamento lo heredé: "que conste en actos que una noche fría de otoño le alquilé un jogging a un sobrino mío y me lo palometeó: él lo heredará". Tres canguros: uno encontrado en la calle (en la calle) que mi vieja consideró bastante potable y me lo trajo; otro me lo pasó mi abuelo que se lo pasó su hermana que al parecer desestimaba el lugar de la cremallera; el tercero se lo pedí por un tiempito a un cuñado. Cuatro pantalones: un jean de marca que lo gatilló la abuela de un amigo, uno de vestir sport incorporado para un cumpleaños de quince cuando yo tenía quince, uno de pana pinzado del abolengo de vuelta (y porque el pantalón en sí estaba de vuelta) y un Soviet que algún exhibicionista de aquel séptimo piso lo olvidó.
Alpargatas con las hiperleguas del súper, zapatos de fútbol de mi viejo, canilleras del Enano, camisas escocesas de un turista escocés que me las regaló, dos buzos de lana tejidos por la amorosa de la mucama y uno por la difícil de la feria, que me lo obsequió pero no quiere tirarme los perros más veloces. Una campera de la liga y otra de liga, un gorro de lana que lo tengo de los cuatro y me durará hasta el 53 ya que mi chozno ganó el premio "Mejor invento que perezca no más de 67 años" y me lo mandó; era inventor y esquimal.
Muchas remeras de promociones, dos sacos hechos en una ciudad vieja, chancletas hechas en un club, bermudas del triángulo y pulóver en el pecho y espalda. Jamás me compré un par de medias y la ropa interior quedó en el interior (en la locura de la venida la olvidé).
Como quien dice no tengo ropa... mía.

terrorífico

Narciso
Narciso ser es ser una fea persona. Peor si sos narciso y fea, y te das cuenta mirándote al espejo -porque sos narciso (a tal punto que te dicen narciso ibáñez menta)- que sos fea, muy fea. Si fueras un ser lindo y narcisa a la vez, serías muy lindo. En cambio, si sos fea y narciso se te vuelve hacia vos al revés. Es muy triste.

Ibáñez
Ibáñez
fue mi profesor de computación en los ciclos Logo y Basic. Vivió cerca de casa y me enseñó la cursiva ejemplificando con su apellido. Es muy bonito, su apellido. Si fuera "él" estaría mal empleado el tiempo verbal. Fue muy bonito sería lo correcto ya que Ibáñez se mu-
dó. Es una pena; para mí es como si estuviese muerto.

Menta
1

-Menta (pausa) menta...
¡Qué bieeen! (irónicamente)
¿Mentánjodiendo gurisaaa?... (cual hiena todas):
"jijijijijijijijijijjijijijijijijijijijijijijijijiji" (se calman)
"jijijijijijijijijijijijijijijijijijijijijiji"
¿Aperó utedenosabenáda chiquilina? ¿Nosabén qué pasó?.
¿Qué pasó mija? -dice una.
Me compré un telefonito, decime sinué divino.
Mirá qué divino -dice la que miró. Y le puedo ponerrínton.
Fa, yo le pedí plata a mamá pa’ comprame uno y sabé lo que me dijo la yegua...
(la madre hace el service de limpieza en una casa de masajes)
¿Qué te dijo la yegua ché?
Me la patiné toda.
"Jijijijijijijijijijijijijijijijijijijijijiji" (cual hiena todas menos la que le pidió plata a la madre)
¿De qué se ríen hienaa?
Se dice nenaa -la corrige una.
No, yo digo hiena como el bicho, poque se ríen como hienaa.
"Jijijijijijijijijijijijijijijijijijijijijijiji"
Pero everdá y etá rejodida y utedese vienen a reír así.
Se la patinó sí, en el baño mientras limpiaba losazulejo con deter cuando tropezó con un billete.
Gracial Barba que no mira de arriba, yatá mejor.

1 fragmento parcialmente verdadero tomado de una plática entre chicas universitarias oriundas, que desde que se afincaron en la metrópoli han adoptado modismos de los cuales difícilmente puedan desarraigarse. El ejemplo más fehaciente es tipo.
Por temor a críticas detractoras que aludan a falta de ideas y a una idea digna de una cabeza falta de ideas (utilizar la reiteración -recurso elemental cuasiefectivo al servicio de un efecto cuasiefectivo elemental- y el burrazo -"recurso tódala materia, ¿sacá?"-) se resolvió extraer del texto el vocablo empleado compulsivamente por las chicas.
Aunque ausentes en el diálogo, chicas capitalinas con la misma aptitud pululaban por el cuarto.

me cuelgo con la tele

Ayer me subí en un banco y me caí.
Para no sufrir otra frustración, la próxima vez me paro en la televisión.

el sabor que deja el comentario

Hace poco llegó el comentario que inauguró el espacio que este espacio cálido le dará a los comentarios que hacen referencia a este blog en particular el cual llamaremos -al comentario inaugural- el primer comentario y qué manera de escribir sin comas. En minutos, hablaremos sobre su relleno.
Soy un visitador de sitios. Sobre todo vicho (soy bicho) los comentarios que deja la gente. Todo lo mismo, son todos iguales, cortitos, con alguna pavada, algún saludo lambeta, la mayoría insultos, con mucho número lo que no dice mucho, sin creación alguna.
Yo mismo avisaría a John Gugl para que me retirase la licencia si recibiera esos improperios. No creo soportar la ignominia ante los que siento pares, como los oligofrénicos, los impares, los nonos y los sordomudos. Y aquí el quid de la cuestión; en este caso de el sabor que deja el comentario.
La muchacha escribió desde Trenque Lauquen, vaya a saber uno dónde luciferes queda, el comentario inaugural, el que le arrancó el himen al nuevo espacio, que será exclusivo para ustedes: los comentarios. No importó cuán lejos recide. Ella entendió de qué iba. No hubo necesidad de publicar esto antes, aunque lo tenga pronto aun antes de iniciar este camino, sinuoso. En ese tiempo no se llamaba como ahora, el sabor que deja el comentario; no tenía nombre. A lo que iba...
Salud Trenque Lauquen, Argentina. Gracias Chuck. Salud sordomuda menor, encargada de llevar la tijera a la cinta de este rincón y obsesiva como uno de la falta de ortografía. Ya conseguiré esos marcadores de punta, esos delanteros, los marcadores con los que marcábamos dónde dejábamos las puntas y tres delanteros para tu equipo ideal. Recibí muy bien el buen augurio, bien mamadera, como debe ser.
Siento mucho lo de tu padre. Ocurrió como él hubiese querido, quedate tranquila. Esto no pretende un potencial chateo.

buela álvaro - La Bella Pork

estoy en convalecencia
por la fría madrugada
necesito tu presencia
Mel quemé fasín ración

Buela Álvaro pon el hielo
vi en el duelo la creciente
que esté Rada por el medio
apedrealo con razooon... tomá!

vamo, vamo Anabela
vamo Anabela
Demi Moore llegó
oh oh
vamo, vamo Anabela
vamo Anabela
Demi Moore llegó

otra vela mi mais coria
es la vágina con diario
te mereces un ungüento
vos a ver lo que va haceer

con el pene y su cabeza
y con Laguno tu escroto
Cami Nando Vespa cito
oigo caro pareceer... tomá!

auto

-No pienso empezar por "de chiquito bla bla bla" aunque me lo pida insistentemente; en todo caso lo dejo para más adelante. Seguro en algún momento va a decirme que la desconcentró una mosca al posarse en su antebrazo o algo así, pero no importa.
De chico vengo escuchando "qué lindo nene: tiene los ojos de la madre, el pelo del hermano y el corte de cara del padre", veraz circunstancia. De no ser porque los ojos de mi vieja los tengo en el cajón de la mesita de luz, la cara cortada del viejo en formol y el cuero cabelludo de mi hermano en llegar, la cosa sería tragicómica.
Pero bueno, es el máximo de espontaneidad que puedo dar. Y esto lo sostengo, convencido y con mucho cuidado, para que no se caiga.
Caigá le decía al Caiguá, el bar que estaba frente a lo de Anita Markarian -aquella vieja misteriosa que vivía con gatos y que siempre cargaba con bolsos vacíos-, cuando me iniciaba en el habla. La muzzarella del Caiguá era alta como tasa de crecimiento china y el fainá de orillo jamás venía tal. La atención y el olor ambiente, exquisito y agradable no respectivamente.
Hubo un mozo de lo más simpático en aquella época. Provino de una colonia inglesa del África occidental; hablaba muy bien el castellano y sus variantes, pero tenía una dificultad que distorsionaba sus mensajes, que nunca pudo subsanar: confundía el orden de las palabras.
Yo era muy inquieto; molestaba a otros comensales, me revolcaba en el piso y rompía vasos del Caiguá. Medhro, el mozo africano, posaba su mirada sobre mí y yo quedaba quietesito. Estaba ducho en el trato con chiquitos inquietos. Recuerdo bien cuando lo despidieron.
El rubro, al igual que cualquier sector pos-recesión interna, estaba deprimido. La situación y una de sus secuencias era esta: caja chica transparente, dueño alérgico y caldera de lata, ve la caja, ambiente húmedo. Dos ronchas aparecen en su cuello. Mehdro se encarga de la tercera y cuarta cuando confunde "tres panchos, dos con muzzarella" con "tres panchos con dos muzzarellas". Al dueño del Caiguá le quedaban cuatro ronchas de vida. Así lo despidió: "go with your dolls Mehdro, go".
Me drogo fundamentalmente a base de pasta. Mantiene mi autoestima en el nivel justo y me da rédito bajo forma de ahorro porque es lo más barato que hay en la vuelta. Le doy mucho a las moñitas, a los discos de pasta, pero más que nada a la pasta de diente. La última vez que me di vuelta fue con tirabuzones.
Tira-Buzones Boreal ya había igualado la posición de Tira-Buzones Austral con el último buzón derribado, penúltimo de treinta y siete, correspondiente a la última fecha (o zona Nuevo París – Larrañaga) del Campeonato Último Tirabuzón. El buzón de la vereda oeste a la altura de Cándido Juanicó, tomando la rambla como el inicio del bulevar, esperaba a Boreal, con una invitación a los quince minutos.
Se relamían los hacedores de poesía deportiva imaginando rimas con "hegemonía", "fama", "culo". Los vecinos de Propios llegaban en romería, agolpándose en busca del mejor lugar para apreciar aquel potencial hecho histórico. Les importaba un carajo la competencia, los Tira-Buzones como personas y hasta un fugaz reconocimiento popular por haber salido con cara de nabos detrás de Boreal en las tapas de diarios y revistas. Sólo afanaban lo inédito. Con eso, harta baboseada le pegarían a los vecinos de Ajenos.
El buzón en cuestión resultó durísimo; encima estaba lleno de cartas. Boreal intentó por todos los medios derribarlo: probó con un medio tanque, con un tren, con su medio hermano, con los codos y la frente. No pudo. Ni aplicando el doble de fuerza con una botella de medio y medio.
El tipo presenciaba cómo su azaroso destino se hacía añicos y con qué rapidez las hormigas se devoraban su dedo, luego de la ablación. La gente no abdicaba en su aliento; improvisaba cánticos demagogos y algunos trataban de hacerle el trabajo más fácil a Boreal, taladrando en la esquina o implorando ayuda. Esto le dio fuerzas; físicamente, estaba echo pedazos.
Manoteó un megáfono y anunció lo que haría. Mucha gente lo escuchó. Algunos comenzaron a llorar, rabiosamente. Era un recurso muy riesgoso, de veras. Verás que es así.
Su vida ya no sería la misma tal vez; quizás su vida, ya no sería igual. Nada lo es luego del éxito tirabuzonero. Allá fue que fue.
Desproveyó de resguardo el utensilio, que era femenino. Tomó contacto con el exterior: la peló. Le habló, la mimó, la trató de compañera de ruta, la frotó para que entrase en calor, le prometió que la cuidaría si algo salía mal y... ¡zasss!
-Perdóneme. Voy a pedirle que retome desde el principio.
-¿Por qué?
-Una mosca se posó en mi antebrazo y me desconcentré. Igual, retome donde dejó que yo me arreglo.
-Me parece mejor y más barato. Estaba con lo de los Tira-Buzones. Fractura expuesta a toda la gente de tibia, pero no de peroné.
"Pero nene, no se quede mirando y coadyuve. ¿No ve que se hizo carozo la tibia pero no el peroné?", me acuerdo le ordenó un viejo a un botija.
El otro tirabuzones no se portó bien conmigo. Cuando precisó guita para llevar a los pibes a comer algodón con azúcar yo le compré todo el saldo de 75, 87 y 89. Cuando no tenía un mango partido por la mitad y los guachos deliraban por manzana acaramelada yo me llevé los apolillados y los apelotonados. Y esta la descose!
Cuando no tenía un mango partido por la otra mitad y precisaba la moto para recibirse de tirabuzón, adivine quién fue su garantía. Ahora el botón dice que se le complicó lo de mi hermano, desagradecido de mierda.
¿Usted conoce alguien?

armándote - Jaime Rus

albondiga serás
después voy a dormir
armandoté armandoté armándote

álbum Viá llenarás
loco asilo subir
armandoté armandoté armándote

y fasito me dijo:
"no me abandones por nadie"
"nunca me cambies por nadie mi m’hijo
que no soy puente de nadie vivila hay amor"

y fácil no es su hijo
no se enamora de nadie
se olvida del predicado y sufijo
no tiene a Mores ni a nadie

Instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight
(Trabajo realizado por Manuel Mandeb por encargo de la agencia de publicidad Vivencia.)
1) Busque la flecha indicadora.
2) Presione con el dedo pulgar hasta que el cartón del envase ceda.
3) Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasión que ésta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue abriendo este estúpido paquete y yo le diré algunas verdades.
4) Los vendedores de elixir nos convidan todos los días a olvidar las penas y mantener jubiloso el ánimo. El Pensamiento Oficial del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.
5) La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas más saludables. Al parecer, la verdad perjudica la función hepática.
6) Viene gente. Siga la línea de puntos en la dirección indicada por la flecha.
7) Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la tristeza es la única actitud posible que los compradores de este jabón pueden adoptar ante un universo que no se les acomoda. Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno reírse del cuento de los supositorios, pero éste es apenas un descanso en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ése es el sentido original de la palabra diversión: apartar, desviar, llamar la atención hacia una cosa que no es la principal.
8) Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la peor educación. Los comerciantes se escandalizan, las personas optimistas huyen despavoridas, los maximalistas declaran que la angustia ante la muerte es un entretenimiento burgués y los escritores comprometidos gritan que la preocupación metafísica es literatura de evasión. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de jabón al alcance de los niños, le juro que todo lo que se escribe es de evasión, menos la metafísica: las noticias políticas, los libros de sociología, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre las reservas de petróleo no hacen más que apartarnos del tema central, que es la muerte.
9) Calcule 100 gr de jabón por cada kilo de ropa sucia.
10) Cuanto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del pensamiento: "es mejor no pensar...". Casi todos los aparatos y artificios que el hombre ha inventado para producir alegría suspenden toda reflexión: la pirotecnia, la música bailable, las cantinas de la Boca, el metegol, los concursos de la televisión, las kermeses.
11) Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que la tristeza tiene más fuerza que la alegría: un hombre recibe dos noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla, prevalecerá la tristeza. El premio no lo consolará de la desgracia. Byron decía que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.
12) No mezcle este jabón con otros productos y no haga caso de los sofistas risueños. Tarde o temprano alguien le dirá: "Si un problema tiene solución, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene, ¿qué se gana con la preocupación?". Confunde esta gente las arduas cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la angustia, el desencuentro y la injusticia no son problemas sino tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera.
Lloraba Solón la muerte de su hijo. Un amigo se acerca y le dice:
- ¿Por qué lloras, si sabes que es inútil?
- Por eso -contestó Solón- porque sé que es inútil.
13) No está tan mal ser triste, señora. El que se entristece se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien está triste se ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditación. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviando este cupón por correo.
14) Ahora que se fue el jabonero, aprovecharé para confesarle que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".
NOTA: Las instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight fueron rechazadas.

Alejandro Dolina


becas

"¿No saben? Cómo se contagió Fernando Peña... El tipo sabía que estaba enfermo y se lo contó, y a él (Peña) no le importó, porque lo amaba. Y se contagió."
Más o menos así contó Mariano López (Segunda Pelota, Océano FM) sobre la entrevista que le realizó Facundo Ponce de León (integrante del grupo musical Kuropa & Compañía) al actor uruguayo. A continuación, López dijo estas palabras, textuales: es un demente (sic). Y luego: una inconciencia insólita (sic).
Pocas veces vi -tal vez nunca- un acto deliberado con semejante carga de conciencia como el que perpetró Peña. Todos los sentidos disponibles al servicio de un análisis profundo de la situación, del que resultaría una decisión crucial. No sé dónde radica la falta de conciencia, mucho menos la demencia. Peña tiene sus facultades mentales en estado "óptimo". Si no fuera así, no hubiese sido posible tal grado de discernimiento.
López terminó anunciando que el próximo bloque del programa sería desopilante, a causa del contacto con Beto César (argentino, de pera como culo, miembro del jurado de torneos humorísticos de famosos del programa de Susana).
Insólito es cómo hay becas, desopilantes en el éter.

DIVIDIDOS - Club Ciudad de Bs. As. - 2.10


ESTALLANDO DESDE EL OCEANO
EL ARRIERO
SALIR A ASUSTAR
CASI ESTATUA
EL 38
DIOS BOLUDO
MOSCA PORTEÑA
VOODOO CHILE
VIDA DE TOPOS
NENE DE ANTES
BRILLO TRISTE DE UN CANCHERO
COMO UN CUENTO
SPAGHETTI
SILVER MOON
SABADO
QUE TAL
DALE AZULEJO
PAISANO DE HURLINGHAM
ELEFANTES EN EUROPA
PARAGUAY
RASPUTIN
CIELITO LINDO
SUCIO Y DESPROLIJO
NEXTWEEK
ALA DELTA



vos te querés matar pero se te hace tarde
tenemolabolabienyenalanuestra
entonces engordé de ideas y ahora hago ayuno de bocho
pobre conejo lo pisó una agencia
fina línea entre el artista y el mono tití
empachado de lavar la fortuna en soledad
nunca el peón se come al rey
it was a blind leading a blind
cazá los brolis dice mi vieja
vos vas a trabajar con la cara partida
sudaba como una ballena en ascensor
dame nena dame nextweek
quiero tu nesquic
boxeás frente al espejo pero sin vaselina
down in the pampa up in the tundra
vestite pebeta que te llevo a pasear
Lo que debe notarse resplandecientemente, es que se escribe distinto a cómo se habla. Innumerables veces decimos exordios de ideas elaboradas que luego se frustran. Sería un hurto reproducirlos en un texto, cualquiera sea su extensión.