corto

Corre velocísimo, como gacela, escapando de atléticos policías, destino al bar de un conocido.

El bar es sucio y descuidado. El baño no sortea controles bromatológicos. El conocido es sucio, descuidado, muy hospitalario.

Ávida de refresco va al baño, ni bien entra al lugar, luego de haber tirado el arma blanca.

Abre la puerta y el olor la tumba. robar tierra de macetas

Cae desplomada al lado de una tumba. Tiene su nombre escrito.

El conocido la anima. Le ofrece un vaso con agua.

Ella lo toma. Con la mano, y se clava un rápido fondo blanco. manguear una sábana blanca para hacerla fondo

Le ofrece otro.

Lo acepta. Se enjuaga las manos y toma el agua.

Se sientan en una mesa. Él en cuclillas. Ella, como elongando abductores. la mujer que está lavando el piso debe ser blanca y grotesca

Ninguno habla. Ninguno se mueve. Hay tensión. La mesa es estrechísima.

Sudan ambos. Ella más porque ya venía. La mente se nubla. expropiar una bandera de Sudán para poner sobre la mesa de al lado. robar nubes

Al conocido se le cae una idea.

Toma un picahielo de la mesa contigua, para romper el hielo.

Ella se asusta mucho, mucho. Alza ambos brazos.

El conocido respira, se desvanece y cae, sobre el piso húmedo.

Su nuca se escracha contra el borde del balde.

La limpiadora detiene su tarea. Observa lo ocurrido y posa una mirada brava sobre la mujer.

Aprieta sus manos. Firme, sobre el lampazo.

Limpia la sangre derramada. despojar a un homeless de una salsa de tomate para hacer la sangre de Ramad Al-Llubai, el conocido

Suelta el lampazo. Toma el picahielo del piso.

Enajenada se lanza contra Ella.

Resbala con el agua que había caído del balde.

Su cabeza parte un adoquín. pedir para hacer una llamada a las veintiséis ferreterías más conocidas

Llegan dos policías al bar. Exhaustos. ataviados con indumentaria de atleta

Los shorts de ambos están cubiertos de sangre en sus partes delanteras.

Las pistolas brillan por su ausencia. comprar ausencia para hacer el brillo.

LAS PELOTAS - Obras Indoors - 26.9


DIA FELIZ
PARA CON LA PAPA
BASTA
YA NO ESTAS
TORMENTA
SE QUEMA
ÑANDU
BUEY
SI SENTIS
PARTIDOS
ESPIRALES
DESAPARECIDO
SIENTO
SALTANDO
ME FUI
UVA UVA
PODRAS AMAR
BOMBACHITAS
REVOLUCION
ESCALERAS
LA PUERTA
LA MIRADA
EL MILAGRO
CAPITAN
HAWAII
SIN HILO
DBD

todos llaman y me fui de pronto desaparecí
vas bien de cartón manejando a lo que da el motor
cuando pude no supe elegir
yo canto para que me des todo tu dinero
caen sobre mí las cadenas de supermercado
pensás que vivis mejor gracias a un reloj
qué tiempo querés saber porque ni agujas ya tiene
cuando quise no pude elegir
y aparecí en otro lugar donde no vale pensar
la píldora de la vida cuál es
parece que me pasé
párese que me pasé
tenaz y con temblor cabeceando a todos lados
dentro del palacio los jueces se ríen de vos
me agarré de tu mano me dejaste caer yo te hubiera salvado

de lo más feo

El pelo y el corte de idem de Mario Olivero Troise; escupirle a los animales del sulógico; la halitosis; Baltasar del Olímpico; el huevo frito que no se precie de tal; que mis amigos me quieran por mi dinero; pelotazo de polo en el bajovientre de la mujer; la beneficencia; Victoria Rodríguez, Da Silveira y la Chiqui; que tu novia se vaya con un mexicano; que te mexicaneen la novia; la vida que a veces es tan literal; el penal de Sosa en Italia; George Clooney, Brad Pitt, el burro Ortega y Tom Cruise (como actores); una peatonal; la palabra peatonal; un cuervo que te coma el ojo y con el otro lo veas haciéndolo; eructar (sólo si en casas donde esta religiosa costumbre no se practica, de invoitado); Dolores Trull; el gol encontra; escasear la saliva; cantar por fonética, traerlas a colación...

a Zidane le metieron el dedo en el culo, Materazzi

A Riquelme también, Santa Cruz.
El torero le aplicó, con su puño derecho cargado de dignidad, una certera media de vuelta de lleno en el mentón. Cómo iba a osar molestar a esos rulos. Cómo se movió ese comedor.
El monje lacró un buen occipitalazo en el pecho del tatuado. Pasó algo con la hermana del monje, dijo el tatuado.
Ninguno tiene la calcomanía "feel good without drugs" en sus vehículos, pero Zidane siempre tuvo la manía de calcar mapas.

G.A.G

En algún puesto de frutas y verduras

Manzana $10 el kilo
Colibrí $8 el atado
Parejo $4 la docena
Kiwi $53 la unidad
Colibrí $11 desatado
Huevos $15 la media docena
Huevos de la gallina de oro $15 el decagramo de oro
Duro $23 ablandarlo
Zanahoria $5 la cuerda

-Don Adoni ¿cómo anda?, tanto tiempo...
-Acá andamos, dándole duro y parejo a la señora, que le encanta. ¿Algo más señora?

que lo cuente

Ya en la época jurásica el tema era motivo de análisis y discusión. Multitudinarios debates se celebraban alrededor de fogones con la finalidad de establecer un marco conceptual y así acabar con los desaires, los actos discriminatorios y las miradas feas. Qué es. Qué no. ¿Hay algo que lo sea?; eso se debatía.
Lejos de algún consenso, esas reuniones lograban furiosos mano a manos, generalas sin parangón y desleales cuatro contra uno. El saldo era litros de sangre, miembros víctimas de ablaciones arteras y cuentas pendientes. Tampoco se discutía, sobre nada. Esto hacía que no se lograse ningún tipo de consenso.
Los herbívoros, sabidos pacíficos, miraban desesperanzados las trifulcas, a la vez que amenizaban rasgando una que sepamos todos. Ellos tampoco tendrían la respuesta.
Al igual que en aquella época, hoy el anormal, el cojo, el ciego, el manco, el que se inmola, tener tele binorma, el herbívoro que no sabía rasgar, el enano, el tartamudo, el gigante, el obsesivo compulsivo, la (tener) gigante, el retrasado mental y el que llegó tarde al reparto de sesos (el mental retrasado), el que no le gusta el chicle y el pan, el coprófago, el disléxico, el indigente, el que se le cae la baba, el obeso, el metalero, el tachero y el profesional tachero, masturbarse en público, el fumeta, el autista, el fanático de los autos, el hombre constipado, ir hasta la esquina para cruzar la calle, el dependiente, el que alucina, ir hasta la esquina donde está el banderín del corner para cruzar a Lacalle que la está aguantando en los descuentos, el alcohólico, el que toma, el eremita e hiperactivo a la vez, cuestionar la normalidad, el delirante, el que se pasa, el violento, el zezeozo, el que tiene vegetaciones, el que pasa, el unipolar y el que no se automedica se dice, no es normal. Salvo el que se inmola, que luego de perpetrar la retirada ya no es.
Ya en la era moderna, tampoco hubo debate alguno. Hasta el cuarenta y poco, cuando con la complicidad de la vieja el viejo Aleandro concibió a la Norma, y sólo ella supo el dictamen. Qué es. Qué no. O si hay algo que sea normal.
Sólo NormaLeandro sabe qué es NormaL.

qué día

Seis del uno del siete.
Quiero enviarle una sincera salutación a Richard Matienzo, que en plena expansión del mundo celular y telefónico, decidió poner su escuelita de básquetbol en el club Atenas.
Jamás me había deslumbrado un número fijo de siete cifras para convocar clientes, para convocar pecunio (en lo que a lo deportivo respecta, querido Richar, ojalá frustres la carrera de todos esos botijas que optaron por tu inculco y no por el del Osqui).

condicionado

Hace poco estuvo por acá un integrante de OuLiPo (Ouvroir de Littérature Potentielle), una especie de academia francesa de escritura que va logrando adeptos y fanáticos alrededor del mundo. Tienen técnicas diversas para escribir, incursionan en lo lúdico sometiéndose a restricciones que delimiten el campo de la producción, por ejemplo no utilizar ciertas vocales, sustituir adjetivos por otros que los sucedan en el diccionario equis veces, etc. Más información pueden conseguir en oulipo.net.
Yo hice mi trabajo. Esto salió:

Es menester perecer, preferentemente desde el detergente, en el retrete endeble. Gente que es excelente. Defendeme del Bebe, que merece.
Selene Estévez, mente célebre que espere el pegue, el vejete le pegué. ¡Metele, que llegue!
Fé en ese hereje merengue, Ernest Beldent. ¿Qué pretende, el ente? Depende.
Yémen en vez de Sémen, enclenque gen de leche, ese pene perenne. Petete prendete de te ve erre que Celeste precede este mequetrefe, Ed Spectre. Que se me queme ese referente, me elevé desde el desespere, desperté entre stresses. Leer, mecer, enlentecer, se ve que lentes ve, entérese bebé este mes que embellece. Ver.

para después del almuerzo

Buscando algo plácido para leer, suavetón, que no me exijiese demasiada atención, como para darle una vichadita después de comer, o antes de una siesta, encontré este cuento lindo, suavecito, bien livianete, especial para postrearlo.

Tripas - Chuck Palahniuk

Tomen aire. Tomen tanto aire como puedan. Esta historia debería durar el tiempo que logren retener el aliento, y después un poco más. Así que escuchen tan rápido como les sea posible.Cuando tenía trece años, un amigo mío escuchó hablar del "pegging". Esto es cuando a un tipo le meten un pito por el culo. Si se estimula la próstata lo suficientemente fuerte, el rumor dice que se logran explosivos orgasmos sin manos. A esa edad, este amigo es un pequeño maníaco sexual. Siempre está buscando una manera mejor de estar al palo. Se va a comprar una zanahoria y un poco de jalea para llevar a cabo una pequeña investigación personal. Después se imagina cómo se va a ver la situación en la caja del supermercado, la zanahoria solitaria y la jalea moviéndose sobre la cinta de goma. Todos los empleados en fila, observando. Todos viendo la gran noche que ha planeado.Entonces mi amigo compra leche y huevos y azúcar y una zanahoria, todos los ingredientes para una tarta de zanahorias. Y vaselina.Como si se fuera a casa a meterse una tarta de zanahorias por el culo.En casa, talla la zanahoria hasta convertirla en una contundente herramienta. La unta con grasa y se la mete en el culo. Entonces, nada. Ningún orgasmo. Nada pasa, salvo que duele.Entonces la madre del chico grita que es hora de la cena. Le dice que baje inmediatamente.El se saca la zanahoria y entierra esa cosa resbaladiza y mugrienta entre la ropa sucia debajo de su cama.Después de la cena va a buscar la zanahoria, pero ya no está allí. Mientras cenaba, su madre juntó toda la ropa sucia para lavarla. De ninguna manera podía encontrar la zanahoria, cuidadosamente tallada con un cuchillo de su cocina, todavía brillante de lubricante y apestosa.Mi amigo espera meses bajo una nube oscura, esperando que sus padres lo confronten. Y nunca lo hacen. Nunca. Incluso ahora, que ha crecido, esa zanahoria invisible cuelga sobre cada cena de Navidad, cada fiesta de cumpleaños. Cada búsqueda de huevos de Pascua con sus hijos, los nietos de sus padres, esa zanahoria fantasma se cierne sobre ellos. Ese algo demasiado espantoso para ser nombrado.Los franceses tienen una frase: "ingenio de escalera". En francés, esprit de l’escalier. Se refiere a ese momento en que uno encuentra la respuesta, pero es demasiado tarde. Digamos que usted está en una fiesta y alguien lo insulta. Bajo presión, con todos mirando, usted dice algo tonto. Pero cuando se va de la fiesta, cuando baja la escalera, entonces, la magia. A usted se le ocurre la frase perfecta que debería haber dicho. La perfecta réplica humillante. Ese es el espíritu de la escalera.El problema es que los franceses no tienen una definición para las cosas estúpidas que uno realmente dice cuando está bajo presión. Esas cosas estúpidas y desesperadas que uno en verdad piensa o hace.Algunas bajezas no tienen nombre. De algunas bajezas ni siquiera se puede hablar.Mirando atrás, muchos psiquiatras expertos en jóvenes y psicopedagogos ahora dicen que el último pico en la ola de suicidios adolescentes era de chicos que trataban de asfixiarse mientras se masturbaban. Sus padres los encontraban, una toalla alrededor del cuello, atada al ropero de la habitación, el chico muerto. Esperma por todas partes. Por supuesto, los padres limpiaban todo. Le ponían pantalones al chico. Hacían que se viera... mejor. Intencional, al menos. Un típico triste suicidio adolescente.Otro amigo mío, un chico de la escuela con su hermano mayor en la Marina, contaba que los tipos en Medio Oriente se masturban distinto a como lo hacemos nosotros. Su hermano estaba estacionado en un país de camellos donde los mercados públicos venden lo que podrían ser elegantes cortapapeles. Cada herramienta es una delgada vara de plata lustrada o latón, quizá tan larga como una mano, con una gran punta, a veces una gran bola de metal o el tipo de mango refinado que se puede encontrar en una espada. Este hermano en la Marina decía que los árabes se ponen al palo y después se insertan esta vara de metal dentro de todo el largo de su erección. Y se masturban con la vara adentro, y eso hace que masturbarse sea mucho mejor. Más intenso.Es el tipo de hermano mayor que viaja por el mundo y manda a casa dichos franceses, dichos rusos, útiles sugerencias para masturbarse. Después de esto, un día el hermano menor falta a la escuela. Esa noche llama para pedirme que le lleve los deberes de las próximas semanas. Porque está en el hospital.Tiene que compartir la habitación con viejos que se atienden por sus tripas. Dice que todos tienen que compartir la misma televisión. Su única privacidad es una cortina. Sus padres no lo visitan. Por teléfono, dice que sus padres ahora mismo podrían matar al hermano mayor que está en la Marina.También dice que el día anterior estaba un poco drogado. En casa, en su habitación, estaba tirado en la cama, con una vela encendida y hojeando revistas porno, preparado para masturbarse. Todo esto después de escuchar la historia del hermano en la Marina. Esa referencia útil acerca de cómo se masturban los árabes. El chico mira alrededor para encontrar algo que podría ayudarlo. Un bolígrafo es demasiado grande. Un lápiz, demasiado grande y duro. Pero cuando la punta de la vela gotea, se logra una delgada y suave arista de cera. La frota y la moldea entre las palmas de sus manos. Larga y suave y delgada.Drogado y caliente, se la introduce dentro, más y más profundo en la uretra. Con un gran resto de cera todavía asomándose, se pone a trabajar.Aun ahora, dice que los árabes son muy astutos. Que reinventaron por completo la masturbación. Acostado en la cama, la cosa se pone tan buena que el chico no puede controlar el camino de la cera. Está a punto de lograrlo cuando la cera ya no se asoma fuera de su erección.La delgada vara de cera se ha quedado dentro. Por completo. Tan adentro que no puede sentir su presencia en la uretra.Desde abajo, su madre grita que es hora de la cena. Dice que tiene que bajar de inmediato. El chico de la cera y el chico de la zanahoria son personas diferentes, pero tienen vidas muy parecidas.Después de la cena, al chico le empiezan a doler las tripas. Es cera, así que se imagina que se derretirá adentro y la meará. Ahora le duele la espalda. Los riñones. No puede pararse derecho.El chico está hablando por teléfono desde su cama de hospital, y de fondo se pueden escuchar campanadas y gente gritando. Programas de juegos en televisión.Las radiografías muestran la verdad, algo largo y delgado, doblado dentro de su vejiga. Esta larga y delgada V dentro suyo está almacenando todos los minerales de su orina. Se está poniendo más grande y dura, cubierta con cristales de calcio, golpea y desgarra las suaves paredes de su vejiga, obturando la salida de su orina. Sus riñones están trabados. Lo poco que gotea de su pene está rojo de sangre.El chico y sus padres, toda la familia mirando las radiografías con el médico y las enfermeras parados allí, la gran V de cera brillando para que todos la vean: tiene que decir la verdad. La forma en que se masturban los árabes. Lo que le escribió su hermano en la Marina. En el teléfono, ahora, se pone a llorar.Pagaron la operación de vejiga con el dinero ahorrado para la universidad. Un error estúpido, y ahora jamás será abogado. Meterse cosas adentro. Meterse dentro de cosas. Una vela en la pija o la cabeza en una horca, sabíamos que serían problemas grandes.A lo que me metió en problemas a mí lo llamo "Bucear por perlas". Esto significaba masturbarse bajo el agua, sentado en el fondo de la profunda piscina de mis padres. Respiraba hondo, con una patada me iba al fondo y me deshacía de mis shorts. Me quedaba sentado en el fondo dos, tres, cuatro minutos.Sólo por masturbarme tenía una gran capacidad pulmonar. Si hubiera tenido una casa para mí solo, lo habría hecho durante tardes enteras.Cuando finalmente terminaba de bombear, el esperma colgaba sobre mí en grandes gordos globos lechosos.Después había más buceo, para recolectarla y limpiar cada resto con una toalla. Por eso se llamaba "bucear por perlas". Aun con el cloro, me preocupaba mi hermana. O, por Dios, mi madre.Ese solía ser mi mayor miedo en el mundo: que mi hermana adolescente virgen pensara que estaba engordando y diera a luz a un bebé de dos cabezas retardado. Las dos cabezas me mirarían a mí. A mí, el padre y el tío. Pero al final, lo que te preocupa nunca es lo que te atrapa.La mejor parte de bucear por perlas era el tubo para el filtro de la pileta y la bomba de circulación. La mejor parte era desnudarse y sentarse allí.Como dicen los franceses, ¿a quién no le gusta que le chupen el culo? De todos modos, en un minuto se pasa de ser un chico masturbándose a un chico que nunca será abogado.En un minuto estoy acomodado en el fondo de la piscina, y el cielo ondula, celeste, através de un metro y medio de agua sobre mi cabeza. El mundo está silencioso salvo por el latido del corazón en mis oídos. Los shorts amarillos están alrededor de mi cuello por seguridad, por si aparece un amigo, un vecino o cualquiera preguntando por qué falté al entrenamiento de fútbol. Siento la continua chupada del tubo de la pileta, y estoy meneando mi culo blanco y flaco sobre esa sensación. Tengo aire suficiente y la pija en la mano. Mis padres se fueron a trabajar y mi hermana tiene clase de ballet. Se supone que no habrá nadie en casa durante horas.Mi mano me lleva casi al punto de acabar, y paro. Nado hacia la superficie para tomar aire. Vuelvo a bajar y me siento en el fondo. Hago esto una y otra vez.Debe ser por esto que las chicas quieren sentarse sobre tu cara. La succión es como una descarga que nunca se detiene. Con la pija dura, mientras me chupan el culo, no necesito aire. El corazón late en los oídos, me quedo abajo hasta que brillantes estrellas de luz se deslizan alrededor de mis ojos. Mis piernas estiradas, la parte de atrás de las rodillas rozando fuerte el fondo de concreto. Los dedos de los pies se vuelven azules, los dedos de los pies y las manos arrugados por estar tanto tiempo en el agua.Y después dejo que suceda. Los grandes globos blancos se sueltan. Las perlas. Entonces necesito aire. Pero cuando intento dar una patada para elevarme, no puedo. No puedo sacar los pies. Mi culo está atrapado.Los paramédicos de emergencias dirán que cada año cerca de 150 personas se quedan atascadas de este modo, chupadas por la bomba de circulación. Queda atrapado el pelo largo, o el culo, y se ahoga. Cada año, cantidad de gente se ahoga. La mayoría en Florida.Sólo que la gente no habla del tema. Ni siquiera los franceses hablan acerca de todo. Con una rodilla arriba y un pie debajo de mi cuerpo, logro medio incorporarme cuando siento el tirón en mi culo. Con el pie pateo el fondo. Me estoy liberando pero al no tocar el concreto tampoco llego al aire. Todavía pateando bajo el agua, revoleando los brazos, estoy a medio camino de la superficie pero no llego más arriba. Los latidos en mi cabeza son fuertes y rápidos.Con chispas de luz brillante cruzando ante mis ojos me doy vuelta para mirar... pero no tiene sentido. Esta soga gruesa, una especie de serpiente azul blancuzca trenzada con venas, ha salido del desagüe y está agarrada a mi culo. Algunas de las venas gotean rojo, sangre roja que parece negra bajo el agua y se desprende de pequeños rasguños en la pálida piel de la serpiente. La sangre se disemina, desaparece en el agua, y bajo la piel delgada azul blancuzca de la serpiente se pueden ver restos de una comida a medio digerir.Esa es la única forma en que tiene sentido. Algún horrible monstruo marino, una serpiente del mar, algo que nunca vio la luz del día, se ha estado escondido en el oscuro fondo del desagüe de la pileta, y quiere comerme.Así que la pateo, pateo su piel resbalosa y gomosa y llena de venas, pero cada vez sale más del desagüe. Ahora quizá sea tan larga como mi pierna, pero aún me retiene el culo. Con otra patada estoy a unos dos centímetros de lograr tomar aire. Todavía sintiendo que la serpiente tira de mi culo, estoy a un centímetro de escapar.Dentro de la serpiente se pueden ver granos de maíz y maníes. Se puede ver una brillante bola anaranjada. Es la vitamina para caballos que mi padre me hace tomar para que gane peso. Para que consiga una beca gracias al fútbol. Con hierro extra y ácidos grasos omega tres. Ver esa pastilla me salva la vida.No es una serpiente. Es mi largo intestino, mi colon, arrancado de mi cuerpo. Lo que los doctores llaman prolapso. Mis tripas chupadas por el desagüe.Los paramédicos dirán que una bomba de agua de piscina larga 360 litros de agua por minuto. Eso son unos 200 kilos de presión. El gran problema es que por dentro estamos interconectados. Nuestro culo es sólo la parte final de nuestra boca. Si me suelto, la bomba sigue trabajando, desenredando mis entrañas hasta llegar a mi boca. Imaginen cagar 200 kilos de mierda y podrán apreciar cómo eso puede destrozarte.Lo que puedo decir es que las entrañas no sienten mucho dolor. No de la misma manera que duele la piel. Los doctores llaman materia fecal a lo que uno digiere. Más arriba es chyme, bolsones de una mugre delgada y corrediza decorada con maíz, maníes y arvejas.Eso es la sopa de sangre y maíz, mierda y esperma y maníes que flota a mi alrededor. Aún con mis tripas saliendo del culo, conmigo sosteniendo lo que queda, aún entonces mi prioridad era volver a ponerme el short. Dios no permita que mis padres me vean la pija.Una de mis manos está apretada en un puño alrededor de mi culo, la otra arranca el short amarillo del cuello. Pero ponérmelos es imposible.Si quieren saber cómo se sienten los intestinos, compren uno de esos condones de piel de cabra. Saquen y desenrrollen uno. Llénenlo con mantequilla de maní, cúbranlo con lubricante y sosténganlo bajo el agua. Después traten de rasgarlo. Traten de abrirlo en dos. Es demasiado duro y gomoso. Es tan resbaladizo que no se puede sostener. Un condón de piel de cabra, eso es un intestino común.Ven contra lo que estoy luchando.Si me dejo ir por un segundo, me destripo.Si nado hacia la superficie para buscar una bocanada de aire, me destripo.Si no nado, me ahogo.Es una decisión entre morir ya mismo o dentro de un minuto. Lo que mis padres encontrarán cuando vuelvan del trabajo es un gran feto desnudo, acurrucado sobre sí mismo. Flotando en el agua sucia de la piscina del patio. Sostenido por atrás por una gruesa cuerda de venas y tripas retorcidas. El opuesto de un adolescente que se ahorca cuando se masturba. Este es el bebé que trajeron del hospital trece años atrás. Este es el chico para el que deseaban una beca deportiva y un título universitario. El que los cuidaría cuando fueran viejos. Aquí está el que encarnaba todas sus esperanzas y sueños. Flotando, desnudo y muerto. Todo alrededor, grandes lechosas perlas de esperma desperdiciada.Eso, o mis padres me encontrarán envuelto en una toalla ensangrentada, desmayado a medio camino entre la piscina y el teléfono de la cocina, mis desgarradas entrañas todavía colgando de la pierna de mis shorts amarillos. Algo de lo que ni los franceses hablarían. Ese hermano mayor en la Marina nos enseñó otra buena frase. Rusa. Cuando nosotros decimos: "Necesito eso como necesito un agujero en la cabeza", los rusos dicen: "Necesito eso como necesito un diente en el culo". Mne eto nado kak zuby v zadnitse. Esas historias sobre cómo los animales capturados por una trampa se mastican su propia pierna; cualquier coyote puede decir que un par de mordiscos son mucho mejores que morir. Mierda... aunque seas ruso, algún día podrías querer esos dientes. De otra manera, lo que tenés que hacer es retorcerte, dar vueltas. Enganchar un codo detrás de la rodilla y tirar de esa pierna hasta la cara. Morder tu propio culo. Uno se queda sin aire y mordería cualquier cosa con tal de volver a respirar.No es algo que te gustaría contarle a una chica en la primera cita. No si querés besarla antes de ir a dormir. Si les cuento qué gusto tenía, nunca nunca volverían a comer calamares. Es difícil decir qué les disgustó más a mis padres: cómo me metí en el problema o cómo me salvé. Después del hospital, mi madre dijo: "No sabías lo que hacías, amor. Estabas en shock". Y aprendió a cocinar huevos pasados por agua. Toda esa gente asqueada o que me tiene lástima... la necesito como necesito dientes en el culo. Hoy en día, la gente me dice que soy demasiado delgado. En las cenas, la gente se queda silenciosa o se enoja cuando no como la carne asada que prepararon. La carne asada me mata. El jamón cocido. Todo lo que se queda en mis entrañas durante más de un par de horas sale siendo todavía comida. Chauchas o atún en lata, me levanto y me los encuentro allí en el inodoro. Después de sufrir una disección radical de los intestinos, la carne no se digiere muy bien. La mayoría de la gente tiene un metro y medio de intestino grueso. Yo tengo la suerte de conservar mis quince centímetros. Así que nunca obtuve una beca deportiva, ni un título. Mis dos amigos, el chico de la cera y el de la zanahoria, crecieron, se pusieron grandotes, pero yo nunca llegué a pesar un kilo más de lo que pesaba cuando tenía trece años. Otro gran problema es que mis padres pagaron un montón de dinero por esa piscina. Al final mi padre le dijo al tipo de la piscina que fue el perro. El perro de la familia se cayó al agua y se ahogó. El cuerpo muerto quedó atrapado en el desagüe. Aun cuando el tipo que vino a arreglar la piscina abrió el filtro y sacó un tubo gomoso, un aguachento resto de intestino con una gran píldora naranja de vitaminas aún dentro, mi padre sólo dijo: "Ese maldito perro estaba loco". Desde la ventana de mi pieza en el primer piso podía escuchar a mi papá decir: "No se podía confiar un segundo en ese perro...". Después mi hermana tuvo un atraso en su período menstrual. Aun cuando cambiaron el agua de la pileta, aun después de que vendieron la casa y nos mudamos a otro estado, aun después del aborto de mi hermana, ni siquiera entonces mis padres volvieron a mencionarlo.
Esa es nuestra zanahoria invisible.
Ustedes, tomen aire ahora.
Yo todavía no lo hice.

así se habla

Por alguna razón existe la frase hecha. Desconocemos. Quizá comodidad, haraganería mental, también practicidad, ingenio. Lo cierto es que las usamos, y como vienen dadas. No vaya a ser cosa de cambiar alguna palabra, que no va surtir el mismo efecto. Acá van algunas...

Un precedente se sienta
Se unta la manteca
Los fascículos se coleccionan
La redundancia vale
Se levan las anclas
Una amistad se traba
Ante la justicia se comparece
El ejemplo se multiplica
El supuesto y lo menos también
La sed se sacia
Un kamikaze se inmola
Del tío es el cuento
El ceño se frunce
Las horas los profesores ceden
De un hilo se pende
Un inundado se evacua
La atención se presta
La extinción tiene vías
Un equipo al hombro se pone
Las asperezas se liman
Entre la vida y la muerte uno se debate
Por la ausencia se brilla
La cuenta se da
En línea se aguarda
Los balcones son de alquilar
El gatillo se hala
La vista gorda se hace
Los interiores se decoran
Las vestiduras se rasgan
Las comparaciones son odiosas
La parada se copa
El abasto se da
La bandera se iza
De menos se echa
El juicio tiene su tela
La duda tiene su manto
A dos puntas de juega
Se habla así

la génesis

¡Rampla, Rampla!
El viejo grito, poco original pero efectivo. El nombre solo, bien pronunciado ya eriza.
5 fechas, un tercio, primeros solitos. Pa todos los contras, más para Calabró. Cómo explicarle a los hinchas de cuadritos como el nuestro, el sentimiento altanero, soberbio, que se mofa de los grandes, de los chicos y de Cerro. Ojo con este cuadro, que va invicto! Cómo explicarle a los más chiquitos picapiedras, que hace unos 12 años la situación fue parecida. Faltaban pocas fechas y punteábamos, de la mano de los porteños Arturi y Fabio Giménez (delicioso converso a los Atletas de Cristo, fenómeno). Los eruditos y el vulgo escépticos respecto al panorama: ¿cuándo se pinchan?, ¿contra quién se garcan?, Disfruten ahora que después...
Yo sólo decía que el objetivo era no bajar, que el campeonato si venía, bienvenido. Igualito a ahora. Peor. En el 95 nos agarró Nacional faltando 2 fechascreo, y nos clavó 7, sin exagerar.
Yo, chiquito picapiedra por entonces, no daba crédito a lo que estaba viviendo. Ya nos habíamos salvado del descenso, qué poco quedaba...
Hoy no me siento capaz de brindar una explicación para lo que puede venir. Venimos bien, venimos notable. Las 2 últimas fechas es contra Cerro y Peñarol. No voy a encontrar palabras para los pequeños, como nadie supo explicarme a mí qué carajo pasó en el 95. Qué decir cuando El Loco Omar Pérez se emparrille un viernes, le dure todo el sábado y un domingo crucial no se despierte; o cuando El Pato Ferreri (¡qué futuro tiene este muchacho!) se le tranque la cadera al darse vuelta y nos quedemos sin el tractor en el medio; o cuando El Ronco un día se despierte con la voz de un infanto; o cuando Baltasar no devuelva rápido una pelota que se fue al agua. El éxito efímero no tiene consuelo. Como una daga llevarán esos pibes la desilusión, sin encontrar alguien que les explique. No desesperen botijas: la victimización tiene la solución.
El domingo jugamos contra Fénix. Empecemos contra Fénix. Muchachos: hay que ir para atrás. Esa es la solución. Acusen lesiones, resfríos, cualquier cosa. Que juegue la tercera, si tenemos. Dejemos siempre mano a mano a los delanteros con nuestro golero, tiremos el orsai en los córneres, en un lateral, pongámosela en el pecho al peludo que juega arriba y que nos clave como un zapato. Si nos llevamos un balde mejor. 3,4 o 5 a cero Fénix, los mugrientos.
Y ahí va a arrancar el chupaverga del Toto: estos muchachos perdieron la cabeza, el técnico se confundió con los aplausos. Otros van a decir que era obvio, que contra los más pichis nos íbamos a caer (en este caso los más mugrientos), que un plantel corto no puede soportar la copa y el torneo local a la vez. Entonces empezaré a retorcerme de alegría, a saber que el objetivo estaár cada vez más cerca. ¡Dejemos de ser punteros! Démosle el gusto a otros, que nosotros terceros, cuartos, vamos a estar ahí ¡No quiero ser banca! Que coman otros giles. Calladitos, empatando, ganando, perdiendo algun partido para disimular, mirando para el costado, como bobeando... Cuando falten 2 fechas, con las uvas que nos toca, me relamo desde ahora.
Pero por ahora shhhhh, sin levantar polvareda, sólo pensamos en el descenso. Que el domingo nos bajen de la punta ¡No queremos la punta! !Nunca la punta¡, génesis de la ubicación de este cálido espacio.
A los que hilaron con referencias cannábicas o una especie de represión homosexual, sigan así que les va a ir lindo en el mundo de lo establecido.

las primeras Armas

Nunca se reconocerá que estas líneas son la excusa para saber si esto sirve. O funciona.
En caso que sí: lo logramos, ya tenemos nuestras primeras armas.