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sin maquillaje, traje ni peaje / sólo cráneo, espontáneo

.hey, votás a Ney?
o a Ana, manzana?
aunque ahora q pienso, hiedra, vos vivís en las Piedra
igual, Amadeo, no olvido q naciste en Montevideo
.a esta hora esto!
.soy una inspiración all day, vieja
.menos mal!
.menos mal?
es inhumana esta creación constante q me brota.. q menos mal, papá!
.que es siempre, no solo a esta hora
.esto es pa q te vayas con una morisqueta risueña a los brazos de Morfeo, feo
no me digas q escribís desde la ex de Ma Laura?
.aura
exacto, tacto
.q negociún te mandaster, master!
.esta bien si, aunque negocio habia sido con la anterior
.la q te pelaron, Aaron?
.la misma, Isma
.vos no te quedas atrás, fiera…
.para nada, ada
.hada va con hache, mapache
.si quiere puede ir como yo digo, Figo
.leíste la columna q de Varsky te mandé, la?
si nos vieran los de la mojigata dirían q le estamos robando, nando
aunque no, porque es parecido pero no igual… bagual
.si, muy buena, Hiena
.tamos on fire, Maguire
q cagada q tengo q pelarme pal sobre, pobre
si ahora no rimo más es una decepción, monte zion. pero conmigo mismo, sismo… vos no tenés nada que ver, heber
meté alguna si no queda como q hablo solo, manolo
sabés q? mi blog ta medio pobretón. hace pila q no escribo nada. tal cual como está, voy a poner esta charla amena, daley.
me das el visto bueno, moreno?
.dale, pasame el blog luego, abuelo
.dale, pero hay q darle un buen ci R, J..
ta fenómeno este ejercicio intelectual, pero ya estoy harto, lagarto
.andate a la catrera, helguera
.jaaa, excelente, gafas!
besos a los tuyos, cuyo
.igualmente, clemente
.fue un placer esto hacer
nos vemo, emo
.chau, guau guau!!
.uh... el perro y no le erro
.que otro si no, ca!

algunas boludeces que suscribo

Hay más similitudes que diferencias en los trabajos de un escritor y un mago. El mago ejerce un oficio con sus reglas, sus procedimientos, con sus trucos, prohibiciones y hasta con su ética. El escritor es alguien versado en las estructuras literarias, en la narrativa, que conoce los trucos de otros magos y que intenta mejorarlos o cambiarles el sentido.
Escribir es meramente contar o reproducir un hecho. Es eso, y también es no hacer eso. A veces escribir es no mostrar, es omitir decir algo, es ir en el sentido contrario al que parece que uno va. El escritor tiene un ojo puesto en la realidad y otro en lo que está escribiendo, y su propio discurso, su propio texto forma parte de lo que está queriendo decir o de lo que está queriendo no decir. El hecho de nombrar a un perro cuando uno quiere hacer aparecer un perro en un cuento es una ingenuidad

Esta intención abarcativa era vista cuando yo era chico, especialmente por mis tías, como una actitud frívola. Se pensaba en aquellos años que lo verdaderamente serio no podía ser nunca interdisciplinario, que lo serio era dedicarse a una sola actividad de un modo exhaustivo. Una de las características más felices de la posmodernidad es quizá esta necesidad de conexión entre las disciplinas y particularmente las artísticas

El Estado debe hacerse cargo de todas las áreas que no les interesan a los mercaderes, de modo que la complejidad, la inteligencia, la heterodoxia, la experimentación, la reflexión, etc., deben tener un espacio sin fines comerciales y con sentido benéfico. Los canales del Estado no hacen eso

Nuestro destino es tan poco relevante que después de todo no tiene mucho sentido decir que es preferible ser uno que otro, es decir, vistas nuestras conductas a la distancia, son tan iguales y tan irrelevantes como a nosotros nos parecen las conductas de los insectos. Por otro lado, no hay tiempo de ser nadie, hay básicamente sustituciones: un hombre que parece ser irreemplazable resulta reemplazado, alguien vuelve a su casa después de treinta años y se equivoca de casa y nadie le dice nada, dos personas combinan una cita amorosa a través de una pared y a la cita concurre otra persona. Y así. Estos amargos ejemplos nos producen la idea de que, finalmente, da lo mismo ser una persona que otra

En algún momento el artista recibe ideas que vienen desde afuera, que no provienen de su inconsciente ni del fondo de su mente ni de su memoria, ni de su erudición, ni tampoco de la influencia de otros escritores y poetas que ha leído; estas ideas vienen del exterior

Terminé por admitir que sólo dos musas operan ciertamente. La mujer que uno ama es siempre de algún modo la musa, secreta, individual, intransferible, uno reconoce en ella su propio canto y encuentra una fuerza exterior que a veces dicta; la otra es la muerte, porque qué otra cosa que nuestra finitud nos obliga a escribir. Una raza de inmortales probablemente no escribiría porque no tendría necesidad de hacerlo. Escribir es relacionarse con lo que no es, con lo que no será, con lo que no alcanza, con lo que falta. La muerte tira de nosotros con la misma fuerza con que tira el amor. Son dos musas que tienen forma femenina. Tres formas, la musa también

Hay algo patológico en el ejercicio de una exposición permanente

El lenguaje se ha empobrecido. No digo esto en nombre de una pureza idiomática sino más bien de una riqueza de la expresión, de una facilidad para transmitir las ideas propias, un relieve de lo que uno cuenta, solvencia para comunicar, lo cual no quiere decir academicismo. Esto se ha perdido y tiene mucho que ver -como en casi todas nuestras desgracias- la intervención mediática, con un lenguaje de relator de fútbol que se postula como ejemplo a las generaciones futuras. Por otra parte existe una pereza que reduce al mínimo la cantidad de palabras que se usan, que impide la correcta pronunciación a favor de un aflojamiento de los músculos faciales y cuya tonicidad parece requerir un esfuerzo superlativo que las nuevas generaciones no alcanzan a hacer. Hay un lenguaje de boca abierta de nula inflexión

Buscar y descubrir problemas en donde no los hay es propio de las mentes más evolucionadas. Los artistas, los filósofos, los escritores, las mentes lúcidas y brillantes tienen más problemas que soluciones. Y al revés, hay gente que tiene demasiadas soluciones incluso donde no hay problemas. Prefiero a la gente problemática

Vivo un proceso trágico, pero la tragedia está en mi propia incompetencia, en mi propia dificultad para arribar a un buen destino artístico; soy un refutador de leyendas cuando escribo, yo no escribo con el corazón, calculo cada palabra, la mido, la estudio, entiendo que hay un rigor de escalas que para mí es decisivo. No es que escriba fríamente, sólo hay una sabiduría de la escritura como la hay de la interpretación musical que es rigurosa y no permite chambonadas. Cuando un chambón trata de escribir con el corazón los resultados son malos
Habla Laura

Yo que sostuve la agitada trama
del verso escrito al borde del abismo,
siempre volví la espalda al cataclismo.
Yo soy la que no está. La que no te ama.

Yo que alumbré con pertinaz ausencia
tu visión de poeta endemoniado
respondí a cada agónico llamado
con la misma estelar indiferencia.

Soy Hidra que venció, fiera salvaje
que al héroe despedaza y atormenta
pero recibe a cambio un beso tierno.

Te pregunto: ¿no es cruel el homenaje?
¿No esconde acaso la mayor afrenta?
Muchas puertas, mi amor, dan al infierno.


Alejandro Dolina

el varón de monte es quien

Como todos los días temprano en la mañana, salgo afeitado hacia la parada de ómnibus más próximo a mi casa y llegando a la esquina veo flor de chango, pintosaldania y me desnuco, como todos los días cuando el sol me da de lleno en la cara, me resueno el cuello para quedar bien desperezado.
Subo al colectivo. Frota sus pieles un colectivo de gente (las viejas con tapado). Más al fondo los del fondo están casi en el medio y otro no se corre bien al fondo. A la altura del guarda quedamos aglutinados, la moneda golpea el caño frío y la gelata de bondi lleno hasta las bolas ya te penetró. En gran esfuerzo abro la ventana para que corra el aire viciado de todos los días como el de hoy.
Anahí está detrás de mí. Lo sé porque sé de ese perfume, espeso que me provoca un nauseabundo placer cuando lo inhalo. Nunca la tuve tan cerca. Jamás había estado tan cerca de lo bien terracún. Doy media vuelta y me consagro. No pienso más.
Hay cosas más importantes: la vieja destapada que tengo delante empezó a organizar sus bártulos, así que unas cuatro paradas, como todos los días tengo asiento seguro. Anita vuelve después del siguiente párrafo.
El ómnibus pasa por la misma iglesia, hace el mismo recorrido, leo el mismo graffiti. La oligofrénica que se sienta de frente a la ventana y a la siniestra de 150, cada vez que se acuerda se persigna. Y cada vez que 150 no agita sus muletas mostrando inconformismo con las palabras del guarda, que dice que su carné está vencido. Esto interfiere en la visión de la impuntual mental y se olvida. Nietzsche entregá el súper hombre y como todos los días me deslumbro viendo Nietzsche bien escrito y súper con tilde.
La vieja se baja. Como todos los días cuando me toca asiento pasillo me pongo a mirar por el pasillo. Con la vista periférica hago foco y distingo una pulposa san jacinto, producto del descuido y del jean a la altura del ombligo.
Es Anahí. Hubiese distinguido ese corte labial a metros. Cuando se dio cuenta que yo me había sentado, giró como todos los días evidenciando una clara intención de apoyarme ese monte de venus pecaminoso.
Falta una parada. Me incorporo para bajarme. Tengo enfrente a Anahí, de frente, frente con frente frente a frente. Bajo la mirada y emprendo la cobarde retirada, desprovisto ya de frases subliminales. Cuando parecía que asomaba otra humillante derrota (otra y otra), tiro un viaje que emula al mejor de los de Blas Armando.
-¿Sigue allá el monte de Anahí?- Toco el timbre para descender. Anahí me contesta, con tono elevado y falsa rima. La patada llegó a destino.
-Sigue ahí sí, en Sinaí.
-1035.
-No,1032. Me mudé para enfrente.
En la vereda estoy con dicha. Miro hacia el ómnibus por arriba del hombro buscando la mirada de bicha de Anahí. Encuéntrome con su muñeca, ataviada con una pulsera y un reloj-pulsera, dispuesta a arrojar un papel por la ventana. Nunca la tuve tan cerca.
Abandono el cuello torcido y giro. De culo, la misiva no cae en un charco y puedo leerla, sin problemas, como todos los días, con lentes.
NO VENGAS SOS UN FLACUCHO YO ME VISTE. Entrando al laburo no entiendo la excusa.
Justamente yo que como todos los días.

Instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight
(Trabajo realizado por Manuel Mandeb por encargo de la agencia de publicidad Vivencia.)
1) Busque la flecha indicadora.
2) Presione con el dedo pulgar hasta que el cartón del envase ceda.
3) Disimule. Soy un joven escritor que no tiene otra ocasión que ésta de conectarse con las muchedumbres. Usted finja que sigue abriendo este estúpido paquete y yo le diré algunas verdades.
4) Los vendedores de elixir nos convidan todos los días a olvidar las penas y mantener jubiloso el ánimo. El Pensamiento Oficial del Mundo ha decidido que una persona alegre es preferible a una triste.
5) La medicina aconseja cosmovisiones optimistas por creerlas más saludables. Al parecer, la verdad perjudica la función hepática.
6) Viene gente. Siga la línea de puntos en la dirección indicada por la flecha.
7) Escuche bien porque tenemos poco tiempo: la tristeza es la única actitud posible que los compradores de este jabón pueden adoptar ante un universo que no se les acomoda. Toda alegría no es más que un olvido momentáneo de la tragedia esencial de la vida. Puede uno reírse del cuento de los supositorios, pero éste es apenas un descanso en el camino. Uno juega, retoza y refiere historias picarescas, solamente para no recordar que ha de morirse. Ése es el sentido original de la palabra diversión: apartar, desviar, llamar la atención hacia una cosa que no es la principal.
8) Conversar acerca de estos asuntos es considerado de la peor educación. Los comerciantes se escandalizan, las personas optimistas huyen despavoridas, los maximalistas declaran que la angustia ante la muerte es un entretenimiento burgués y los escritores comprometidos gritan que la preocupación metafísica es literatura de evasión. Al respecto, mientras le recomiendo que no deje el paquete de jabón al alcance de los niños, le juro que todo lo que se escribe es de evasión, menos la metafísica: las noticias políticas, los libros de sociología, los horarios del ferrocarril, los estudios sobre las reservas de petróleo no hacen más que apartarnos del tema central, que es la muerte.
9) Calcule 100 gr de jabón por cada kilo de ropa sucia.
10) Cuanto más inteligente, profunda y sensible es una persona, más probabilidades tiene de cruzarse con la tristeza. Por eso, las exhortaciones a la alegría suelen proponer la interrupción del pensamiento: "es mejor no pensar...". Casi todos los aparatos y artificios que el hombre ha inventado para producir alegría suspenden toda reflexión: la pirotecnia, la música bailable, las cantinas de la Boca, el metegol, los concursos de la televisión, las kermeses.
11) Separe la ropa blanca de la ropa de color. Y entienda que la tristeza tiene más fuerza que la alegría: un hombre recibe dos noticias, una buena y una mala. Supongamos que ha acertado en la quiniela y que ha muerto su hermana. Si el hombre no es un canalla, prevalecerá la tristeza. El premio no lo consolará de la desgracia. Byron decía que el recuerdo de una dicha pasada es triste, mientras que el recuerdo de un pesar sigue siendo pesaroso.
12) No mezcle este jabón con otros productos y no haga caso de los sofistas risueños. Tarde o temprano alguien le dirá: "Si un problema tiene solución, no vale la pena preocuparse. Y si no la tiene, ¿qué se gana con la preocupación?". Confunde esta gente las arduas cuestiones de la vida con las palabras cruzadas. La soledad, la angustia, el desencuentro y la injusticia no son problemas sino tragedias, y no es que uno se preocupe sino que se desespera.
Lloraba Solón la muerte de su hijo. Un amigo se acerca y le dice:
- ¿Por qué lloras, si sabes que es inútil?
- Por eso -contestó Solón- porque sé que es inútil.
13) No está tan mal ser triste, señora. El que se entristece se humilla, se rebaja, abandona el orgullo. Quien está triste se ensimisma, piensa. La tristeza es hija y madre de la meditación. Participe del concurso "Vacaciones Sunlight" enviando este cupón por correo.
14) Ahora que se fue el jabonero, aprovecharé para confesarle que suelo elegir a mis amigos entre la gente triste. Y no vaya a creer el ama de casa Sunlight que nuestras reuniones consisten en charlas lacrimógenas. Nada de eso: concurrimos a bailongos atorrantes, amanecemos en lugares desconocidos, cantamos canciones puercas, nos enamoramos de mujeres desvergonzadas que revolean el escote y hacemos sonar los timbres de las casas para luego darnos a la fuga. Los muchachos tristes nos reímos mucho, le aseguro. Pero eso sí: a veces, mientras corremos entre carcajadas, perseguidos por las víctimas de nuestras ingeniosas bromas, necesitamos ver un gesto sombrío y fraternal en el amigo que marcha a nuestro lado. Es el gesto noble que lo salva a uno para siempre. Es el gesto que significa "atención, muchachos, que no me he olvidado de nada".
NOTA: Las instrucciones para abrir el paquete de jabón Sunlight fueron rechazadas.

Alejandro Dolina


para después del almuerzo

Buscando algo plácido para leer, suavetón, que no me exijiese demasiada atención, como para darle una vichadita después de comer, o antes de una siesta, encontré este cuento lindo, suavecito, bien livianete, especial para postrearlo.

Tripas - Chuck Palahniuk

Tomen aire. Tomen tanto aire como puedan. Esta historia debería durar el tiempo que logren retener el aliento, y después un poco más. Así que escuchen tan rápido como les sea posible.Cuando tenía trece años, un amigo mío escuchó hablar del "pegging". Esto es cuando a un tipo le meten un pito por el culo. Si se estimula la próstata lo suficientemente fuerte, el rumor dice que se logran explosivos orgasmos sin manos. A esa edad, este amigo es un pequeño maníaco sexual. Siempre está buscando una manera mejor de estar al palo. Se va a comprar una zanahoria y un poco de jalea para llevar a cabo una pequeña investigación personal. Después se imagina cómo se va a ver la situación en la caja del supermercado, la zanahoria solitaria y la jalea moviéndose sobre la cinta de goma. Todos los empleados en fila, observando. Todos viendo la gran noche que ha planeado.Entonces mi amigo compra leche y huevos y azúcar y una zanahoria, todos los ingredientes para una tarta de zanahorias. Y vaselina.Como si se fuera a casa a meterse una tarta de zanahorias por el culo.En casa, talla la zanahoria hasta convertirla en una contundente herramienta. La unta con grasa y se la mete en el culo. Entonces, nada. Ningún orgasmo. Nada pasa, salvo que duele.Entonces la madre del chico grita que es hora de la cena. Le dice que baje inmediatamente.El se saca la zanahoria y entierra esa cosa resbaladiza y mugrienta entre la ropa sucia debajo de su cama.Después de la cena va a buscar la zanahoria, pero ya no está allí. Mientras cenaba, su madre juntó toda la ropa sucia para lavarla. De ninguna manera podía encontrar la zanahoria, cuidadosamente tallada con un cuchillo de su cocina, todavía brillante de lubricante y apestosa.Mi amigo espera meses bajo una nube oscura, esperando que sus padres lo confronten. Y nunca lo hacen. Nunca. Incluso ahora, que ha crecido, esa zanahoria invisible cuelga sobre cada cena de Navidad, cada fiesta de cumpleaños. Cada búsqueda de huevos de Pascua con sus hijos, los nietos de sus padres, esa zanahoria fantasma se cierne sobre ellos. Ese algo demasiado espantoso para ser nombrado.Los franceses tienen una frase: "ingenio de escalera". En francés, esprit de l’escalier. Se refiere a ese momento en que uno encuentra la respuesta, pero es demasiado tarde. Digamos que usted está en una fiesta y alguien lo insulta. Bajo presión, con todos mirando, usted dice algo tonto. Pero cuando se va de la fiesta, cuando baja la escalera, entonces, la magia. A usted se le ocurre la frase perfecta que debería haber dicho. La perfecta réplica humillante. Ese es el espíritu de la escalera.El problema es que los franceses no tienen una definición para las cosas estúpidas que uno realmente dice cuando está bajo presión. Esas cosas estúpidas y desesperadas que uno en verdad piensa o hace.Algunas bajezas no tienen nombre. De algunas bajezas ni siquiera se puede hablar.Mirando atrás, muchos psiquiatras expertos en jóvenes y psicopedagogos ahora dicen que el último pico en la ola de suicidios adolescentes era de chicos que trataban de asfixiarse mientras se masturbaban. Sus padres los encontraban, una toalla alrededor del cuello, atada al ropero de la habitación, el chico muerto. Esperma por todas partes. Por supuesto, los padres limpiaban todo. Le ponían pantalones al chico. Hacían que se viera... mejor. Intencional, al menos. Un típico triste suicidio adolescente.Otro amigo mío, un chico de la escuela con su hermano mayor en la Marina, contaba que los tipos en Medio Oriente se masturban distinto a como lo hacemos nosotros. Su hermano estaba estacionado en un país de camellos donde los mercados públicos venden lo que podrían ser elegantes cortapapeles. Cada herramienta es una delgada vara de plata lustrada o latón, quizá tan larga como una mano, con una gran punta, a veces una gran bola de metal o el tipo de mango refinado que se puede encontrar en una espada. Este hermano en la Marina decía que los árabes se ponen al palo y después se insertan esta vara de metal dentro de todo el largo de su erección. Y se masturban con la vara adentro, y eso hace que masturbarse sea mucho mejor. Más intenso.Es el tipo de hermano mayor que viaja por el mundo y manda a casa dichos franceses, dichos rusos, útiles sugerencias para masturbarse. Después de esto, un día el hermano menor falta a la escuela. Esa noche llama para pedirme que le lleve los deberes de las próximas semanas. Porque está en el hospital.Tiene que compartir la habitación con viejos que se atienden por sus tripas. Dice que todos tienen que compartir la misma televisión. Su única privacidad es una cortina. Sus padres no lo visitan. Por teléfono, dice que sus padres ahora mismo podrían matar al hermano mayor que está en la Marina.También dice que el día anterior estaba un poco drogado. En casa, en su habitación, estaba tirado en la cama, con una vela encendida y hojeando revistas porno, preparado para masturbarse. Todo esto después de escuchar la historia del hermano en la Marina. Esa referencia útil acerca de cómo se masturban los árabes. El chico mira alrededor para encontrar algo que podría ayudarlo. Un bolígrafo es demasiado grande. Un lápiz, demasiado grande y duro. Pero cuando la punta de la vela gotea, se logra una delgada y suave arista de cera. La frota y la moldea entre las palmas de sus manos. Larga y suave y delgada.Drogado y caliente, se la introduce dentro, más y más profundo en la uretra. Con un gran resto de cera todavía asomándose, se pone a trabajar.Aun ahora, dice que los árabes son muy astutos. Que reinventaron por completo la masturbación. Acostado en la cama, la cosa se pone tan buena que el chico no puede controlar el camino de la cera. Está a punto de lograrlo cuando la cera ya no se asoma fuera de su erección.La delgada vara de cera se ha quedado dentro. Por completo. Tan adentro que no puede sentir su presencia en la uretra.Desde abajo, su madre grita que es hora de la cena. Dice que tiene que bajar de inmediato. El chico de la cera y el chico de la zanahoria son personas diferentes, pero tienen vidas muy parecidas.Después de la cena, al chico le empiezan a doler las tripas. Es cera, así que se imagina que se derretirá adentro y la meará. Ahora le duele la espalda. Los riñones. No puede pararse derecho.El chico está hablando por teléfono desde su cama de hospital, y de fondo se pueden escuchar campanadas y gente gritando. Programas de juegos en televisión.Las radiografías muestran la verdad, algo largo y delgado, doblado dentro de su vejiga. Esta larga y delgada V dentro suyo está almacenando todos los minerales de su orina. Se está poniendo más grande y dura, cubierta con cristales de calcio, golpea y desgarra las suaves paredes de su vejiga, obturando la salida de su orina. Sus riñones están trabados. Lo poco que gotea de su pene está rojo de sangre.El chico y sus padres, toda la familia mirando las radiografías con el médico y las enfermeras parados allí, la gran V de cera brillando para que todos la vean: tiene que decir la verdad. La forma en que se masturban los árabes. Lo que le escribió su hermano en la Marina. En el teléfono, ahora, se pone a llorar.Pagaron la operación de vejiga con el dinero ahorrado para la universidad. Un error estúpido, y ahora jamás será abogado. Meterse cosas adentro. Meterse dentro de cosas. Una vela en la pija o la cabeza en una horca, sabíamos que serían problemas grandes.A lo que me metió en problemas a mí lo llamo "Bucear por perlas". Esto significaba masturbarse bajo el agua, sentado en el fondo de la profunda piscina de mis padres. Respiraba hondo, con una patada me iba al fondo y me deshacía de mis shorts. Me quedaba sentado en el fondo dos, tres, cuatro minutos.Sólo por masturbarme tenía una gran capacidad pulmonar. Si hubiera tenido una casa para mí solo, lo habría hecho durante tardes enteras.Cuando finalmente terminaba de bombear, el esperma colgaba sobre mí en grandes gordos globos lechosos.Después había más buceo, para recolectarla y limpiar cada resto con una toalla. Por eso se llamaba "bucear por perlas". Aun con el cloro, me preocupaba mi hermana. O, por Dios, mi madre.Ese solía ser mi mayor miedo en el mundo: que mi hermana adolescente virgen pensara que estaba engordando y diera a luz a un bebé de dos cabezas retardado. Las dos cabezas me mirarían a mí. A mí, el padre y el tío. Pero al final, lo que te preocupa nunca es lo que te atrapa.La mejor parte de bucear por perlas era el tubo para el filtro de la pileta y la bomba de circulación. La mejor parte era desnudarse y sentarse allí.Como dicen los franceses, ¿a quién no le gusta que le chupen el culo? De todos modos, en un minuto se pasa de ser un chico masturbándose a un chico que nunca será abogado.En un minuto estoy acomodado en el fondo de la piscina, y el cielo ondula, celeste, através de un metro y medio de agua sobre mi cabeza. El mundo está silencioso salvo por el latido del corazón en mis oídos. Los shorts amarillos están alrededor de mi cuello por seguridad, por si aparece un amigo, un vecino o cualquiera preguntando por qué falté al entrenamiento de fútbol. Siento la continua chupada del tubo de la pileta, y estoy meneando mi culo blanco y flaco sobre esa sensación. Tengo aire suficiente y la pija en la mano. Mis padres se fueron a trabajar y mi hermana tiene clase de ballet. Se supone que no habrá nadie en casa durante horas.Mi mano me lleva casi al punto de acabar, y paro. Nado hacia la superficie para tomar aire. Vuelvo a bajar y me siento en el fondo. Hago esto una y otra vez.Debe ser por esto que las chicas quieren sentarse sobre tu cara. La succión es como una descarga que nunca se detiene. Con la pija dura, mientras me chupan el culo, no necesito aire. El corazón late en los oídos, me quedo abajo hasta que brillantes estrellas de luz se deslizan alrededor de mis ojos. Mis piernas estiradas, la parte de atrás de las rodillas rozando fuerte el fondo de concreto. Los dedos de los pies se vuelven azules, los dedos de los pies y las manos arrugados por estar tanto tiempo en el agua.Y después dejo que suceda. Los grandes globos blancos se sueltan. Las perlas. Entonces necesito aire. Pero cuando intento dar una patada para elevarme, no puedo. No puedo sacar los pies. Mi culo está atrapado.Los paramédicos de emergencias dirán que cada año cerca de 150 personas se quedan atascadas de este modo, chupadas por la bomba de circulación. Queda atrapado el pelo largo, o el culo, y se ahoga. Cada año, cantidad de gente se ahoga. La mayoría en Florida.Sólo que la gente no habla del tema. Ni siquiera los franceses hablan acerca de todo. Con una rodilla arriba y un pie debajo de mi cuerpo, logro medio incorporarme cuando siento el tirón en mi culo. Con el pie pateo el fondo. Me estoy liberando pero al no tocar el concreto tampoco llego al aire. Todavía pateando bajo el agua, revoleando los brazos, estoy a medio camino de la superficie pero no llego más arriba. Los latidos en mi cabeza son fuertes y rápidos.Con chispas de luz brillante cruzando ante mis ojos me doy vuelta para mirar... pero no tiene sentido. Esta soga gruesa, una especie de serpiente azul blancuzca trenzada con venas, ha salido del desagüe y está agarrada a mi culo. Algunas de las venas gotean rojo, sangre roja que parece negra bajo el agua y se desprende de pequeños rasguños en la pálida piel de la serpiente. La sangre se disemina, desaparece en el agua, y bajo la piel delgada azul blancuzca de la serpiente se pueden ver restos de una comida a medio digerir.Esa es la única forma en que tiene sentido. Algún horrible monstruo marino, una serpiente del mar, algo que nunca vio la luz del día, se ha estado escondido en el oscuro fondo del desagüe de la pileta, y quiere comerme.Así que la pateo, pateo su piel resbalosa y gomosa y llena de venas, pero cada vez sale más del desagüe. Ahora quizá sea tan larga como mi pierna, pero aún me retiene el culo. Con otra patada estoy a unos dos centímetros de lograr tomar aire. Todavía sintiendo que la serpiente tira de mi culo, estoy a un centímetro de escapar.Dentro de la serpiente se pueden ver granos de maíz y maníes. Se puede ver una brillante bola anaranjada. Es la vitamina para caballos que mi padre me hace tomar para que gane peso. Para que consiga una beca gracias al fútbol. Con hierro extra y ácidos grasos omega tres. Ver esa pastilla me salva la vida.No es una serpiente. Es mi largo intestino, mi colon, arrancado de mi cuerpo. Lo que los doctores llaman prolapso. Mis tripas chupadas por el desagüe.Los paramédicos dirán que una bomba de agua de piscina larga 360 litros de agua por minuto. Eso son unos 200 kilos de presión. El gran problema es que por dentro estamos interconectados. Nuestro culo es sólo la parte final de nuestra boca. Si me suelto, la bomba sigue trabajando, desenredando mis entrañas hasta llegar a mi boca. Imaginen cagar 200 kilos de mierda y podrán apreciar cómo eso puede destrozarte.Lo que puedo decir es que las entrañas no sienten mucho dolor. No de la misma manera que duele la piel. Los doctores llaman materia fecal a lo que uno digiere. Más arriba es chyme, bolsones de una mugre delgada y corrediza decorada con maíz, maníes y arvejas.Eso es la sopa de sangre y maíz, mierda y esperma y maníes que flota a mi alrededor. Aún con mis tripas saliendo del culo, conmigo sosteniendo lo que queda, aún entonces mi prioridad era volver a ponerme el short. Dios no permita que mis padres me vean la pija.Una de mis manos está apretada en un puño alrededor de mi culo, la otra arranca el short amarillo del cuello. Pero ponérmelos es imposible.Si quieren saber cómo se sienten los intestinos, compren uno de esos condones de piel de cabra. Saquen y desenrrollen uno. Llénenlo con mantequilla de maní, cúbranlo con lubricante y sosténganlo bajo el agua. Después traten de rasgarlo. Traten de abrirlo en dos. Es demasiado duro y gomoso. Es tan resbaladizo que no se puede sostener. Un condón de piel de cabra, eso es un intestino común.Ven contra lo que estoy luchando.Si me dejo ir por un segundo, me destripo.Si nado hacia la superficie para buscar una bocanada de aire, me destripo.Si no nado, me ahogo.Es una decisión entre morir ya mismo o dentro de un minuto. Lo que mis padres encontrarán cuando vuelvan del trabajo es un gran feto desnudo, acurrucado sobre sí mismo. Flotando en el agua sucia de la piscina del patio. Sostenido por atrás por una gruesa cuerda de venas y tripas retorcidas. El opuesto de un adolescente que se ahorca cuando se masturba. Este es el bebé que trajeron del hospital trece años atrás. Este es el chico para el que deseaban una beca deportiva y un título universitario. El que los cuidaría cuando fueran viejos. Aquí está el que encarnaba todas sus esperanzas y sueños. Flotando, desnudo y muerto. Todo alrededor, grandes lechosas perlas de esperma desperdiciada.Eso, o mis padres me encontrarán envuelto en una toalla ensangrentada, desmayado a medio camino entre la piscina y el teléfono de la cocina, mis desgarradas entrañas todavía colgando de la pierna de mis shorts amarillos. Algo de lo que ni los franceses hablarían. Ese hermano mayor en la Marina nos enseñó otra buena frase. Rusa. Cuando nosotros decimos: "Necesito eso como necesito un agujero en la cabeza", los rusos dicen: "Necesito eso como necesito un diente en el culo". Mne eto nado kak zuby v zadnitse. Esas historias sobre cómo los animales capturados por una trampa se mastican su propia pierna; cualquier coyote puede decir que un par de mordiscos son mucho mejores que morir. Mierda... aunque seas ruso, algún día podrías querer esos dientes. De otra manera, lo que tenés que hacer es retorcerte, dar vueltas. Enganchar un codo detrás de la rodilla y tirar de esa pierna hasta la cara. Morder tu propio culo. Uno se queda sin aire y mordería cualquier cosa con tal de volver a respirar.No es algo que te gustaría contarle a una chica en la primera cita. No si querés besarla antes de ir a dormir. Si les cuento qué gusto tenía, nunca nunca volverían a comer calamares. Es difícil decir qué les disgustó más a mis padres: cómo me metí en el problema o cómo me salvé. Después del hospital, mi madre dijo: "No sabías lo que hacías, amor. Estabas en shock". Y aprendió a cocinar huevos pasados por agua. Toda esa gente asqueada o que me tiene lástima... la necesito como necesito dientes en el culo. Hoy en día, la gente me dice que soy demasiado delgado. En las cenas, la gente se queda silenciosa o se enoja cuando no como la carne asada que prepararon. La carne asada me mata. El jamón cocido. Todo lo que se queda en mis entrañas durante más de un par de horas sale siendo todavía comida. Chauchas o atún en lata, me levanto y me los encuentro allí en el inodoro. Después de sufrir una disección radical de los intestinos, la carne no se digiere muy bien. La mayoría de la gente tiene un metro y medio de intestino grueso. Yo tengo la suerte de conservar mis quince centímetros. Así que nunca obtuve una beca deportiva, ni un título. Mis dos amigos, el chico de la cera y el de la zanahoria, crecieron, se pusieron grandotes, pero yo nunca llegué a pesar un kilo más de lo que pesaba cuando tenía trece años. Otro gran problema es que mis padres pagaron un montón de dinero por esa piscina. Al final mi padre le dijo al tipo de la piscina que fue el perro. El perro de la familia se cayó al agua y se ahogó. El cuerpo muerto quedó atrapado en el desagüe. Aun cuando el tipo que vino a arreglar la piscina abrió el filtro y sacó un tubo gomoso, un aguachento resto de intestino con una gran píldora naranja de vitaminas aún dentro, mi padre sólo dijo: "Ese maldito perro estaba loco". Desde la ventana de mi pieza en el primer piso podía escuchar a mi papá decir: "No se podía confiar un segundo en ese perro...". Después mi hermana tuvo un atraso en su período menstrual. Aun cuando cambiaron el agua de la pileta, aun después de que vendieron la casa y nos mudamos a otro estado, aun después del aborto de mi hermana, ni siquiera entonces mis padres volvieron a mencionarlo.
Esa es nuestra zanahoria invisible.
Ustedes, tomen aire ahora.
Yo todavía no lo hice.